Música para flotar

lunes, 3 de febrero de 2014

La génesis de Drácula, su madre y la película de F.F. Coppola (Parte II)

¿La verdadera madre de Drácula?
Al instante, la anciana fue corrida sutilmente desde un costado por un brazo hacia el otro lado. “Disculpen a mi madre forasteros, está un poco loca porque estuvo leyendo muchas historias de vampiros”. Las palabras de este joven y apuesto caballero nos calmó un poco. Vestía, no despojado de excentricidad, un traje con galera, como si fuera de otra época. Amablemente nos invitó a pasar diciendo que nos estaba esperando. Nos condujo por un pasillo semioscuro –todo estaba iluminado por velas, no había electricidad– hasta un gran comedor cuya mesa tenía proporciones inauditas, como si allí se festejaran los banquetes de todo un reino. La comida estaba lista; había un plato, un vaso y un juego de cubiertos para cada uno. Lo más raro fue que las servilletas tenían nuestros nombres bordados. Francis Ford le preguntó por este detalle y el hombre trajeado contestó que el dueño de la posada le había enviado un mail diciéndole que había mandado a unos turistas a su residencia…pero yo pensaba tres cosas: primero, ¿cómo sabía el posadero nuestros nombres?. Segundo, el posadero nos había dicho que no sabía si estaba habitado el castillo, obviamente nos había mentido. Tercero, ¿cómo se mandaban mails cuando todavía eso no existía? (de hecho, ¿cómo tenía wi-fi cuando no había electricidad?). Muchas preguntas y muy pocas respuestas. 
El actor Gary Oldman caracterizado como el Conde
En un momento, el anfitrión se levantó y se fue. Su madre volvió a aparecer y sin importarle que estuviéramos hablando, nos interrumpió para decir lo siguiente: “Apelo a vuestra fe más profunda, y sé que es difícil creerme, pero soy una de las hijas de Vlad Tepes. Tengo cientos de años y por un hechizo no puedo morir. Mi hijo, nieto del héroe rumano, inspiró a Stoker a escribir la famosa obra. Tienen que creerme. Pedirles que depositen su confianza en una locura tan desorbitante no es sencillo, pero la fantasía, como siempre, se muestra más interesante que la realidad”. Bajo esa confusa premisa, decidimos seguirle el juego. El hijo volvió a aparecer, aferró a su madre del brazo y la sacó de la sala. 
Mientras tomábamos un café espeso y negro en una coqueta sala, discutimos las cuestiones que a nosotros nos interesaban. A saber: los derechos, la disponibilidad del lugar, el tiempo de rodaje, el dinero, en fin. El hombre parecía muy accesible y entusiasmado con el proyecto. Al terminar la conversación de manera exitosa para ambas partes, nos mostró retratos de su familia y unas cuantas pinturas y se hizo tarde para irnos y buscar un lugar donde dormir. Entonces, luego de mucha insistencia del dueño de casa, nos quedamos allí. 
Las chicas solo quieren divertirse
“Cada uno dispuso de una habitación individual y la anciana no quiso cobrarnos nada. Yo estaba agotado y no podía contener el sueño. Me acosté y quedé profundamente dormido. Pero en un momento de la noche escuché un grito que me paralizó. Me incorporé y me quedé sentado en la cama, tratando de afinar el oído. Entonces, la puerta se abrió y entraron tres mujeres desnudas muy sensuales y con los labios rojos. Yo pensé que estaba soñando, pero cuando se acostaron en mi cama y comenzaron a besarme, me di cuenta que era real. Una buscaba mi cuello, y con espanto sentí que estaba reviviendo de alguna forma el libro escrito, o que anticipaba el guión que íbamos a filmar. Me sujetaron entre las tres y yo forcejeé con ellas para liberarme. De repente, bajo el marco de la puerta apareció la señora. Las mujeres se frenaron instantáneamente y la miraron con pavor. La anciana chasqueó los dedos y las tres jóvenes lujuriosas salieron caminando como autómatas de la habitación. Ya no pude dormir esa noche. 
Al otro día compartí mis experiencias con el resto del equipo y todos habían tenido que soportar situaciones extrañas. Al ejecutivo de Columbia Pictures le apareció un lobo en la cama. Francis Ford había visto a la mujer mayor por la ventana, corriendo en cuatro patas, a la luz de la luna, con un grupo de lobos. El libro escrito por Stoker, de alguna forma se había vuelto real, o al menos se actualizaba a cada instante. Kate, una de las escenógrafas, no estaba en el castillo al otro día. La anciana dijo que se había ido temprano. Nunca pudimos entender qué pasó. 
La madre con su
amiga: "Manos"
Meses después, en pleno rodaje e investigando los espacios, la encontramos empalada en uno de los jardines subterráneos. Sospechamos que su destino había tenido que ver con la humorada del primer día. Encontramos también a varios empleados del equipo técnico muertos de la misma forma. Empleados que seguramente habían puesto en duda la maternidad de la anciana o habían bromeado con la historia de su hijo o de su padre. El poder del mal había hecho justicia de manera invisible pero efectiva”.
Su rostro guarda mucha similitud
con el de su madre
“Los más turbados por la experiencia extraña que se vivía en ese lugar fueron los maquilladores. Como si la anciana los hubiese inducido, crearon para el actor Gary Oldman un molde que se parecía mucho a ella. Yo no estuve de acuerdo de ver a un conde tan feminizado y anciano, pero al otro día caí enfermo y por semanas no pude levantarme, entonces mis opiniones quedaron silenciadas”. 
Al recuperarme, luego de haber sido transportado desde Rumania a mi ciudad de residencia, tomé conciencia de dos situaciones: que mi condición me había puesto a salvo del terrible incendio que envolvió el ala del castillo, el mismo día que había terminado la filmación; y la penosa experiencia atravesada por Gary Oldman cuando la máscara creada por los maquilladores empezó a derretirse sobre su rostro y cuello ocasionándole graves quemaduras. 
Tal parecía que la inmortal anciana no estaba dispuesta a soportar ninguna burla y, menos aún, a tolerar que en su casa se produjeran lujuriosos actos de vampirismo...Su intención era darle, mediante la venganza, un nuevo giro al tristemente famoso mito del cruel conde Drácula...

Corrección y agregados: Silvia T.