Música para flotar

lunes, 23 de diciembre de 2013

La Logia Enanil Alfa, el muerto y la venganza de la Virgen -Parte I-

 El chico muerto y un hombre pelado durmiendo
El chico estaba muerto hacía ya muchos días en el subte. El enajenamiento de la gente, que vive a las corridas, apurada y ciega a causa de sus actividades diarias, sin ver lo que sucede a su alrededor, provocó que el cadáver llevara días sentado sin que nadie lo notara. Como, en general, el vagón va lleno, simplemente parecía un joven dormido que, eso sí, se tambaleaba de un lado a otro propinando leves golpecitos a los demás pasajeros que circunstancialmente se sentaban a su lado.
Uno podría pensar en el olor que despide un cuerpo en estado de putrefacción, pero los que viajamos en la línea A podemos aseverar que la perfumina de limón que despiden los nuevos coches, implementados por el Gobierno de la Ciudad, es tan fuerte que cualquier otra fragancia queda anulada o, al menos, confundida, mezclada. Algunos usuarios hasta han presentado quejas por el dolor de cabeza que les ocasiona así como trastornos respiratorios. Ciertos jóvenes escolares me contaron, que una vez quisieron probar los límites tirando las famosas “bombitas de mal olor”, pero los componentes químicos japoneses, si es que de allí proviene la fragancia cítrica, ni se alteraron. Todo seguía oliendo al bendito limón. Pero volviendo al joven, que hasta la fecha de su muerte era un alumno ejemplar de un colegio especial para enanos de San Telmo, había sido víctima de un curioso y mortal suceso. La prensa quiso venderlo como el primer caso de bulliyng llevado a cabo por enanos contra un chico de estatura normal; pero el asunto revestía una gravedad mucho más honda. 
Un usuario molesto por la perfumina
Si bien él no tenía ningún problema de crecimiento, su madre era muy amiga de la kioskera de la mencionada institución educativa, quien le había asegurado que el nivel intelectual de los enanos era incomparable y de primerísimo nivel. Además, la mujer de las golosinas, gracias a una extraña influencia en la junta directiva, pudo hacerlo entrar. Ella argumentó, y tenía cierta razón, que los enanos sufren mucha discriminación, tanto social como laboral, y entonces este colegio se encargaba de formarlos con las herramientas necesarias para que tuvieran un nivel muy por encima de la media. La altura podía no ayudarlos a conseguir trabajo, pero cualquier curriculum que contara con doctorados, masters, licenciaturas y más de 13 idiomas era imposible de rechazar; aún más considerando que lograban todo eso antes de los 17 años.  
Los enanos eran superdotados y tramaban secretamente una conquista mundial o, al menos, eso siempre decía la kioskera cada vez que visitaba a su amiga, y “cuando eso suceda”, solía concluir, “es mejor estar de su lado”. El joven nunca sintió diferencias, pero a los enanos nos les gustaba que una persona “de estatura normal” estuviera capacitándose como ellos, porque temían celosamente que el día de la revolución pudiera traicionarlos. Es cierto que pagaba la elevada cuota, sabía los himnos y era sumamente generoso y buen compañero, pero no podían asegurar de que no fuera un espía. Debían hacer algo inmediatamente. Los directores que eran dos gemelos muy bajitos estaban parcialmente enterados de los oscuros propósitos de sus alumnos enanos más recalcitrantes, pero como también guardaban alguna sospecha acerca de este estudiante “mediocre y jirafoide”, los dejaron hacer.
Gente egoísta, abstraída de la realidad, en el subte
Un día, todos salieron de la clase de “Estrategia naval con arco y flecha” muy animados, riendo y conversando. Al bajar las escaleras del subte (todos vivían entre Almagro, Caballito y Flores), el chico que enfrentaba los prejuicios de sus amigos normales y que tenía novia enana y debía agacharse para besarla, fue emboscado por sus propios compañeros. Lo agarraron y entre todos lo metieron en el baño público de la estación. Lo peor fue que su pareja, allí presente, sabía todo lo que iba a pasar; y más allá de lo que pudieran hacerle, la traición de ella caló hondo en el corazón destrozado y honesto del muchacho. En el momento en que todos se le fueron encima, ella lo soltó y salió corriendo. La paliza, llevada a cabo con las herramientas de la asignatura de la que acababan de salir, lo mató en pocos instantes. Si, de verdad fue todo muy escabroso. 
Símbolo de la Logia Enanil Alfa en un brazo
 La noticia tuvo cierta repercusión en los medios, pero la Logia Enanil Alfa, una especie de organización selecta al estilo de los masones, de la que muy poca gente sabe, silenció con jugosos cheques a los directores de los diarios y los canales de televisión y se apropió de las cámaras de seguridad que registraron el hecho. Después, como suele pasar, todos se olvidaron del asunto. Pero fue esta misma organización quien había maquinando el crimen. Sus otras sedes mundiales, que celebran congresos mensuales y exposiciones de arte abstracto, estaban enteradas de la cuestión y había mucha presión al respecto. La filial Argentina Enanil casi entra en un conflicto diplomático por dilatar el asesinato del resonante “chico alto”; no había otra opción puesto que ya “debía saber demasiado”, pero sufrieron amenazas tan crueles que tuvieron que proceder: les advirtieron los de la CCE (Casa Central de los Enanos) que queda en Panamá, que de no hacerlo a la brevedad perderían la membresía, y no solo eso, que serían sometidos a un experimento que estaban desarrollando para dejar de ser enanos, para convertirse en basketbolistas sin cerebro. Y eso fue exactamente lo que pasó. Al modo de la película Fin de semana de locura, en el que un par de amigos deben permanecer esos dos días con su jefe muerto pero haciendo de cuenta, para los demás, que está vivo, los enanos caminaron a su lado arrastrándolo pocos metros hasta meterlo en una formación y sentarlo en un asiento. Como estaban en la estación Plaza de Mayo, y los subtes salían de allí, no había tanta gente –además, no era hora pico- y ninguno de los transeúntes sospechó nada. Lo acomodaron y salieron ante el pitido que anunciaba que el tren se ponía en marcha. No supieron más de él; y con ese acto horroroso ascendieron un nivel en la prestigiosa Logia.  
(CORREGIDO POR SILVIA. T)

1 comentario:

  1. Doy fe que me he sentado a su lado en el subte; por dos motivos: por la inclusión, además de que ese día tenía la nariz tapada, por lo tanto no percibí ni la perfumina alimonada, ni el olor a putrefacción, y por otra parte, porque creí que era de esas estatuas que ponen por la ciudad de personajes conocidos, como Mafalda o el Gordo Porcel, entre otros y que por mi corta edad no lo reconocía, pero al enterarme de esta atrocidad, veo que era bastante enigmática su presencia.
    QEPD, ya hay otra otra estrella en el cielo que nos ilumina, pequeña pero brillante, al fin.

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