Música para flotar

lunes, 16 de diciembre de 2013

Las amigas de mi abuela - # 2 Palmerita

Las palabras parecen incapaces de explicar la historia de "Olga", pero lo cierto es que ella es la hija natural entre Juan Romero Gorostiaga, piloto de Oceanic Airlines, único sobreviviente de la gran tragedia y una palmera de la subfamilia Nypoideae.
La caída se parece a la de Lost 
La historia de este desafortunado piloto es similar a la que padece Tom Hanks en la ficción, en el film Naufrago, con la única diferencia de que esto sucedió de verdad.
Luego de un desperfecto desconocido, la nave que piloteaban Gorostiaga y el co-piloto Mc Phantom perdió el rumbo y ellos el control. El avión cayó en una isla cercana a Sri Lanka y la consecuencia fue atroz: todos murieron menos el piloto. La culpa y la angustia fueron inmensas y lo llevaron a un estado de demencia muy agudo. Existieron misiones de rescate, pero dieron a todos por muertos y la búsqueda cesó pronto. La vida en una isla no se parece en nada a la experiencia vivida por la gente de Lost y al tiempo, no podía caminar por los callos, la piel de la cara se le desprendía del tremendo impacto del sol, los hongos se multiplicaban en sus genitales por el constante estado de humedad, los piojos parecían empeñados en tomarse toda la sangre de su cabeza y le habían salido manchas en el torso y en los brazos. Lo único que había en esa isla además de arena era una palmera. Esta planta fue un cable a tierra, porque no solo le brindaba algunos frutos para que sobreviviera, sino que se convirtió en una compañera muda, pero constante, presente, que con el agitar de sus hojas parecía contestar cada uno de sus desvaríos. Juan pasaba casi todo el día apoyado contra ella, hablándole de su vida, de sus ocupaciones y a cambio de eso recibía algo que ni si quiera él había meditado: el no volverse completamente loco.  
A veces, una palmera salva vidas
El tiempo pasó y ni la compañía de la planta pudo evitar que el hombre pierda la razón. Una noche, famélico, desesperado, incontrolable violó a la palmera. Introdujo su miembro por un pequeño orificio de la planta donde vivían algunos gusanos. Los mismos pedazos del tronco le produjeron una hemorragia de tal magnitud que se desmayó sin saber que no volvería a despertar, porque esa misma noche moriría desangrado.                                                                                             Cuenta Magalló, el publicista que llegó a esa isla por casualidad con todo un contingente de personas dispuestas a filmar un comercial de una cerveza, que en un momento del rodaje, un gran fruto redondo cayó de la palmera. Cuando un asistente de cámara lo levantó, el fruto empezó a abrirse. La sorpresa fue inmensa cuando un pequeño bebe se formó en la palma del joven. ¡La palmera había parido a una persona! Por consenso general la llamaron “Palmerita”. Recorrieron con mayor profundidad la isla y encontraron, cerca de la planta, los restos de Gorostiaga. La chica, que nunca perdió sus rasgos naturales ni su rostro apalmerado según se advierte en la foto, fue adoptada por un vivero que se encargó de su adaptación. Al principio le costó mucho aprender a hablar, su piel era dura como la de su madre, su pelo era quebradizo, sus ojos eran del color del mar, el mejor amigo de una palmera. Actualmente “Palmerita” es bióloga, especialista en las plantas de su familia. Cada año visita a su madre y le lleva adornos florales. Los jueves a la tarde se despeja de sus ocupaciones y se encuentra con un grupo de mujeres a jugar al burako, entre ellas se encuentra mi abuela, que de ahí me refirió esta historia. 
Palmerita, única en el mundo

1 comentario:

  1. De todas las aberraciones sexuales que conozco, la fitofilia es la que encuentro más interesante... Es reconfortante saber que si uno es el único sobreviviente de un accidente de avión en una isla desierta, puede saciar su hambre comiendo cocos, su sed con agua de coco, y su líbido... procreando mujeres-coco.
    Gracias por la data, amigo!

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